Día tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos,
que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida
cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para
que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los
niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a
los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados
a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como
destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños
que consiguen ser niños.
D.Eduardo Galeano.
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